Estuve leyendo Contra el Futuro de la Marta Peirano, es su último libro (ella es periodista y su especialidad es la intersección de distintas cosas: tecnología, poder, privacidad, clima y capitalismo).
Y me llamo la atención que un capítulo del libro se llama "Es difícil pensar en el cambio climático". Siempre suelo preguntarme porque no podemos, como colectividad o individuos, tomar acción contra la crisis climática. Se me ocurren varias razones, puede que seamos muy flojos y no estamos dispuestos a sacrificar nuestros estándares de vida modernos para poder cuidar el planeta y su futuro, o bien no sentimos que valga la pena hacer algo como individuos porque independiente de nuestros cambios de hábitos individuales, las grandes corporaciones e industrias van a seguir contaminando y haciendo el mayor daño. También se me ocurría que como las personas que vivimos en ciudades no sufrimos ninguna consecuencia visible del cambio climático, en realidad no nos preocupa hacer algo al respecto, o por decirlo de otra forma, como no tenemos los vertederos o las zonas de sacrificio aquí al lado, sentimos que el problema no existe.
En el libro la autora explica que hay 3 razones por las que nuestro cerebro no puede tomar el peso de la crisis climática. Una es que es demasiado amorfo, poco definido, no tenemos a un enemigo a quien culpar por el desastre, tampoco ocurre sólo en un lugar a la vez, ni vemos las consecuencias inmediatas, no se manifiesta de una sola forma. La otra es que luchar contra el cambio climático requiere sacrificios ahora para evitar desastres futuros, y nuestro cerebro está acostumbrado a tratar con los problemas en el momento, es decir, sólo cuando esté quedando la cagá, ahí recién llega ese impulso vital de tomar acción. Y lo último sería que desconocemos los detalles en sí del problema, y para movilizar a las personas se necesita algo emocional, inmediato, no la amenaza lejana y abstracta de las consecuencias del problema.
Me da cosa como ahora último han estado ocurriendo varios fenómenos (como las olas de calor en europa) que son efectos visibles de la crisis, y aún así todos seguimos haciendo lo mismo de siempre, como si no pasara nada. Aunque tampoco es que podamos hacer mucho. Me inquieta caleta esto, pero siento que intentarlo y hacer cosas pequeñas individualmente o con tu círculo, es lo único que ayuda a no deprimirse, y lo único que está a nuestro alcance